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El pasado mes de marzo, miembros del equipo de OCA Global se desplazaron hasta Iraq y el Líbano para realizar inspecciones en las bases que el Ministerio de Defensa de España tiene en ambos países, donde colaboran en diferentes misiones.
Los integrantes del equipo viajaron desde Madrid hasta Iraq, donde aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Bagdad, después de un largo viaje y varios aviones. Desde allí, soldados americanos los trasladaron a la base aérea Tallil en vehículos blindados desde donde, a su vez, se desplazaron en un helicóptero Chinook (equipados con los chalecos y cascos antibalas reglamentarios) hasta finalmente llegar a la Base Española Gran Capitán, ubicada en Besmayah, que participa en la operación «Apoyo a Irak».
Una vez instalados en la base, hechas las presentaciones con los mandos responsables de la base, y habiendo descansado un poco tras la odisea del viaje, comenzaron los trabajos de inspección a las grúas que se utilizan para el transporte de mercancías y acondicionamiento de la propia base.
Una vez finalizados los trabajos en la base Gran Capitán, nuestro equipo emprendió de nuevo la misma ruta de viaje, pero esta vez de vuelta, hacia el Aeropuerto Internacional de Bagdad. Una vez allí, y tras tres vuelos, aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri, en Beirut, Líbano. Allí los esperaban soldados españoles que los transportaron, también en coche blindado, hasta la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Maryayún. Allí se sitúa el Cuartel General del Sector Este, liderado por España, donde se realizaron los mismos trabajos de inspección ITC a las grúas.
Una vez finalizados los trabajos de inspección en el Líbano, nuestro equipo emprendió su viaje de vuelta a España de más de 14 horas, todos un poco más bronceados tras soportar temperaturas de 35-40 grados durante los días que duraron los trabajos de inspección.
Queremos destacar el gran trabajo realizado por el equipo en ambas bases, ya que a pesar de las altas temperaturas, y de algún que otro momento de nervios y estrés (ya sea por el lanzamiento de bengalas antimisiles en uno de los desplazamientos en helicóptero, la caótica manera de conducir de los locales o por tener que utilizar material de protección reglamentario como cascos y chalecos antibalas), cumplieron con sus funciones con resultados más que satisfactorios.